OTOÑO
En el otoño al igual que en la naturaleza, nuestras vidas están regidas, por los cambiosestacionales. El cambio es lo único que es constante en la vida. Cuando olvidamos que la magia está en nosotros mismos para solucionar los problemas, es cuando llegan las dificultades. Si observamos a los niños, los animales y las plantas contemplaremos “el cambio natural” que se produce también en todo ser humano.
El cambio es una oportunidad para profundizar en la conexión con nosotros mismos, con los demás y con la naturaleza. El otoño es el inicio del viaje y al igual que en la naturaleza, la caída de la hoja y las tormentas, irán asentando las posibilidades de la transformación. Es tiempo de preguntas… algo se está moviendo dentro. Dejemos caer la hoja… mientras danzamos la vida.
INVIERNO
Después del día siempre viene la noche, cuando el sol descansa aparece la luna. De la misma manera el invierno sustituye al otoño en el devenir de las estaciones, en la naturaleza y en nuestras propias vidas. Una vez que el otoño propició los cambios cuando nos dimos cuenta de que algo no marchaba bien, el invierno llega para ofrecernos el descubrimiento de qué es lo que sinceramente deseamos hacer en nuestra vida y la posibilidad de encontrar el camino para realizarlo.
El invierno es retirada, introspección y quietud. Buscar el calor más allá del frío, escuchar el corazón de uno y el del otro, conectar con la mirada, con el niño interior, con la paz deseada y la inmensidad de los abrazos. Crear un instante de eternidad con lo esencial que hay en ti, en el otro y en la totalidad. Una oportunidad para seguir el trayecto de tu propio viaje.
PRIMAVERA
Vida, expansión, florecer, luz, colores, sonidos, renacer, sembrar, armonía y crecer.
Después de la retirada que supuso el invierno y los cambios que nos trajo el otoño, llega el momento de la primavera. Es hora de fertilizar la tierra, lanzar simientes al aire, dar espacio y luz a lo nuevo, a lo que está por venir. Crecer y revitalizar nuestro cuerpo al son de la música y de la danza.
La vivencia del crecimiento interior es un “desenvolver” cada día los desconocidos potenciales de nuestra semilla interna. Como el árbol que ha nacido igualmente de una semilla, crece y se hace fuerte para sostener y regalar sus frutos… primavera es… ¡DESPERTAR!
VERANO
Abundancia, descanso, relax, atardeceres, fiesta, cosecha, celebración, acariciar, bailar, proyectos…
Por fin, llega a nuestras vidas el momento de recibir la ansiada recompensa, el merecido premio. Es tiempo de cosechar, celebrar, disfrutar los dones que la vida y la tierra tienen para nosotros.
Los cambios que nos trajo el otoño, que meditamos durante el invierno y trabajamos en la primavera, ahora se hacen realidad. Abrimos los brazos aprendiendo a recibir, y cerramos las manos agradeciendo…