“Desde que entré en Biodanza, a finales de los años 70, comprendí sus posibilidades chamánicas en cuanto el sistema propone la danza como un medio de expansión de conciencia y transformación”, explica Maite Bernardelle, Directora de la Escuela Hispánica de Madrid. Con sus ceremonias y sus ritos en el seno del grupo, Biodanza crea un “campo enriquecido de transformación”, en palabras de Rolando Toro, creador del sistema.

La experiencia de muerte y renacimiento de los chamanes se encuentra en los ritos chamánicos de todo el mundo: Mongolia, Tíbet, Asia oriental, África meridional, Brasil ,Perú, Canadá , Oceanía… Es necesario morir a la vida anterior para renacer purificado libre de todos los conflictos y de las limitaciones comunes y tener acceso a la conciencia cósmica.

En el mito de Isis y Osiris, este episodio de muerte y renacimiento se expresa con toda su grandeza: el chamán debe pasar por la experiencia de la muerte en “despedazamiento” para renacer en contacto con lo eterno. La vivencia de descenso a los infiernos y de elevación a los cielos comunica al chamán un poder sobrenatural, dado que conoce los dos mundos, uno de oscuridad y el otro de luz, experiencia descrita por Rainer María Rilke en sus “Sonetos a Orfeo”.

En el chamanismo, establecer la unión del cielo con la tierra constituye el matrimonio cósmico; en la danza sufi, en Turquía, Marruecos, Irán y otros países, el iniciado danza girando en sentido anti horario elevando el brazo derecho hacia el cielo y bajando el izquierdo hacia la tierra y durante la danza aumenta progresivamente la velocidad del giro. Eventualmente, el participante entra en un estado de trance en el momento en que se crea el eje llamado axis Mundi, que representa el descenso al mundo oscuro y el ascenso a los cielos.

El tambor

El uso del tambor en el chamanismo no tiene objetivos musicales, sino rituales. Por ejemplo, la danza del tambor, para crear la atmósfera trascendente; la danza del chamán para inducir el estado de trance; un beso del tambor para acompañar las vivencias de los cuatro elementos de la naturaleza, o el uso del tambor para dialogar y comunicar nuestros estados interiores al otro, así como el uso del tambor para acompañar el ritmo del corazón, realizar las danzas rituales de los animales de poder o pasar del caos al orden.

En el canto chamánico acompañado con el tambor y sonidos onomatopéyicos, el chamán, acompañado por el ritmo del instrumento, emite sonidos que auto inducen el trance.

Transmutación de la identidad

La utilización de indumentaria y pintura sobre el rostro, las danzas de posesión, el canto chamánico con tambor, la ingestión de bebidas para poder transfigurar la identidad mediante estados de medio-humanidad y los sonidos onomatopéyico de animales son algunas de las prácticas chamánicas.

Las danzas de posesión inducen el trance por parte de la entidad correspondiente. El candomblé ofrece entidades altamente diferenciadas llamadas orixas. Entre ellas, por ejemplo, Yemanja o entidad del amor; Oxala, representación africana de Cristo; Omolú, el brujo curador amigo de los pobres…

También ayudan en este proceso de identificación poder identificarse con un animal, un árbol o con otra persona, la pintura del rostro o las indumentarias: la identificación con el tigre se refuerza a través de la utilización de la piel y de collares con incisivos del animal; la identificación con aves a través de indumentarias con plumas, de modo que el chamán adquiere la estructura motora y la energía del animal de poder.

Por su parte, la pintura del rostro expresa una auto imagen inconsciente. Los participantes se pintan el rostro sobre el color blanco de base utilizando un espejo. Esta pintura ofrece la oportunidad de cambiar la imagen de sí mismos, revelando un aspecto inconsciente. La diferencia de ser otro abre la posibilidad de cambios de comportamiento durante la danza.

Las pinturas sobre el rostro pueden tener diversas expresiones: depresiva, asociada a la muerte, con colores blancos y negros; eufórica, de colores alegres; erótica, con predominio del rojo, exagerando la boca y los ojos; mística; demoniaca, agresiva, amorfa, etc. La máscara pintada puede tener componentes caracterológicos complejos, como erotismo con agresividad, depresión con angustia o vitalidad con miedo.

En la experiencia de la máscara blanca, los participantes se colocan sobre el rostro una capa de arcilla blanca dejando visibles solamente los ojos y la boca. Este procedimiento permite la creación de una situación de anonimato en la cual todas las personas se asemejan y en la que el único modo de comunicarme es a través de la mirada y el contacto. Los participantes danzan con indumentarias ligeras creando la posibilidad de contactos más instintivos, dado que la identidad cultural permanece escondida y no es fácil identificarse unos a otros. Cuando los participantes tienen escondida su identidad cambian su comportamiento: se sienten más libres, sus mecanismos de defensa disminuyen y se brindan el permiso de ser espontáneos.

Bebidas embriagantes

Desde los tiempos más remotos los chamanes han utilizado durante sus ceremonias diversas bebidas capaces de estimular los estados de trance y de expansión de conciencia. En la antigua Grecia, en Eleusis, se usaban las bebidas de efecto enteógeno; en otros lugares se han usado y se utilizan aún Yagé, Ayahuasca o Santo Daime, bebidas alcohólicas y otros licores de efecto embriagador.

En nuestros encuentros de introducción al chamán en Biodanza utilizamos simbólicamente una copa de vino dulce de sabor profundo y brioso que tiene por objetivo la celebración del placer de vivir y la evocación de un estado propicio. Esta bebida tiene un carácter ceremonial: inmediatamente después se inicia la danza.

Viajes oníricos

Se trata de sueños en un estado hipnótico de semi-sueño que permiten al chamán visualizar situaciones internas inconscientes relativas a la propia vida y a la de las personas que lo consultan y, eventualmente, descubrir también animales de poder.

Ceremonia del fuego

El trance rítmico alrededor de la hoguera permite al chamán entrar en un estado de expansión de conciencia y facilita su capacidad mediúmnica, mientras que la ceremonia del fuego con antorchas representa un momento culminante de la iniciación chamánica.
El fuego tiene un simbolismo sagrado: sus implicaciones con la vida, la curación, el amor y la pasión y con la expansión de conciencia son múltiples. La imputación de las fuerzas de la naturaleza requiere siempre la presencia del fuego.

Biodanza y Neochamanismo

Biodanza es un sistema de profundo desarrollo de los potenciales con los que nacemos todos los seres humanos. Esta transformadora creación de Rolando Toro nos conduce a la percepción vivencial de aspectos más amplios y profundos de nosotros mismos, los otros, la naturaleza y el cosmos.

Las vivencias que propone el sistema nos permiten entrar como nuevos chamanes en estados de expansión de conciencia, integración de lo sagrado y auto-curación, reeditando y actualizando las experiencias de los antiguos chamanes como danzarines de la vida. De este modo nos convertimos en modernos místicos de la naturaleza, vinculados íntimamente a los cuatro elementos y a los reinos mineral y vegetal. En esta profunda entrega y estado de confianza se pueden estimular los procesos desanación e integración de lo sagrado. A través de la experiencia conmovedora de la trascendencia a la que todos tenemos acceso, nos vinculamos a lo sagrado. En Biodanza y Neochamanismo, cada una de nuestras danzas es un hechizo de alegría y la posibilidad de entrar en diálogo con el mundo sutil y con todas la formas de vida.

 

María Miret
Periodista
Escuela y Centro Hispánico de Biodanza Sistema Rolando Toro de Madrid